EL Baile Cubano, Mitología Urbana o Desfachatez Nacionalizada.
El contoneo y cadencia de una bailarina Cubana no tiene igual en el mundo, las otras etnias y costumbres del planeta no reproducen los movimientos de una bailadora Cubana.
A nivel de arte popular (POP) siguen siendo una referencia de sensualidad y soltura que conquista públicos y pueblos enteros, “baila como Juana la Cubana” dice una cansión popular de la desaparecida orquesta dominicana las chicas del CAN .
Pero la evolución de una cultura POP dentro de Cuba aislada del mundo, mundo que lleva una tendencia globalizada, la hace apartarse culturalmente de los pueblos latinoamericanos en varios aspectos.
Uno de ellos es el llamado baile de cintura de varón cubano que muy mal interpretado por otras culturas, deja caer los valores masculinos muy por debajo.
Mientras que en la Habana y otras ciudades de Cuba es aplaudido quien más menee su esqueleto, con movimientos pélvicos y de cintura, los jóvenes derrochan creatividad a la hora de soltarse a bailar uno que otra timba, como le dicen localmente al son moderno que tocan los grupos nacionales. Sin embargo para muchos visitantes que han visto el despliegue de estos bailadores les resulta para un varón algo desaforado y poco masculino.
Si este cubano se traslada a otro lugar del planeta donde no es costumbre el meneo de los hombres también corre el riesgo de ser tildado de homosexual o flojo.
Desde luego que son criterios basados en los estándares morales de cada país o pueblo, pero que al mismo tiempo sin proponerlo pueden denigrar y aminorar los valores de un ciudadano Cubano que tome el riesgo de bailar como le gusta hacerlo.
Hasta el momento no logra ser moda el tipo de Baile que imita a las mujeres, incluso bailes como el reguetón o regue, consta de coleografías que cuidan no empañar la masculinidad de los cantantes, evitando que den movimientos de pelvis que sean suaves y sensuales pues esto es solo apreciado en mujeres.
Este valor cultural que personalmente creo que aporta algo nuevo a la sociedad moderna y no limita al hombre en sus movimientos, pudiera ser un desafio para le mismo cubano dentro y fuera de la isla donde todavía están a tiempo de imponer una moda que no ha sido aceptada fuera de Cuba.
El contoneo y cadencia de una bailarina Cubana no tiene igual en el mundo, las otras etnias y costumbres del planeta no reproducen los movimientos de una bailadora Cubana.
A nivel de arte popular (POP) siguen siendo una referencia de sensualidad y soltura que conquista públicos y pueblos enteros, “baila como Juana la Cubana” dice una cansión popular de la desaparecida orquesta dominicana las chicas del CAN .
Pero la evolución de una cultura POP dentro de Cuba aislada del mundo, mundo que lleva una tendencia globalizada, la hace apartarse culturalmente de los pueblos latinoamericanos en varios aspectos.
Uno de ellos es el llamado baile de cintura de varón cubano que muy mal interpretado por otras culturas, deja caer los valores masculinos muy por debajo.
Mientras que en la Habana y otras ciudades de Cuba es aplaudido quien más menee su esqueleto, con movimientos pélvicos y de cintura, los jóvenes derrochan creatividad a la hora de soltarse a bailar uno que otra timba, como le dicen localmente al son moderno que tocan los grupos nacionales. Sin embargo para muchos visitantes que han visto el despliegue de estos bailadores les resulta para un varón algo desaforado y poco masculino.
Si este cubano se traslada a otro lugar del planeta donde no es costumbre el meneo de los hombres también corre el riesgo de ser tildado de homosexual o flojo.
Desde luego que son criterios basados en los estándares morales de cada país o pueblo, pero que al mismo tiempo sin proponerlo pueden denigrar y aminorar los valores de un ciudadano Cubano que tome el riesgo de bailar como le gusta hacerlo.
Hasta el momento no logra ser moda el tipo de Baile que imita a las mujeres, incluso bailes como el reguetón o regue, consta de coleografías que cuidan no empañar la masculinidad de los cantantes, evitando que den movimientos de pelvis que sean suaves y sensuales pues esto es solo apreciado en mujeres.
Este valor cultural que personalmente creo que aporta algo nuevo a la sociedad moderna y no limita al hombre en sus movimientos, pudiera ser un desafio para le mismo cubano dentro y fuera de la isla donde todavía están a tiempo de imponer una moda que no ha sido aceptada fuera de Cuba.